Los músicos de Bremen

Cuenta Cuentos: El flautista de Hamelín (1 de 2)

El Flautista de Hamelin - Todo Audilibros

CIRCO DE RATONES

En la casa de Anita había mucho barullo.

Nadie entendía de donde ese ruido venia.

Música, gritos, risas….demasiada algarabía.

Una noche tras las cortinas, se escondió Anita

Espero que mamá se durmiera

Y allí se quedo sin que nadie supiera.

Tan grande fue la sorpresa

Al ver lo que se movía bajo la mesa,

Que tuvo que tapar su boca con una fresa

Para no ser descubierta.

Muchos ratones se deslizaban sin torpeza,

Unos llevaban comida y agua

Mientras otros robaban las servilletas.

Sorpresa y más sorpresas..

Había un circo de ratones bajo la mesa.

Cantaban, jugaban y se reían

Todos con mucha alegría.

Ahora Anita cada vez que podía

Se asomaba para disfrutar del circo

Que los ratones en su casa tenían.

EL GATO MENTIROSO

H

abía una vez un gato llamado Miky, su comida favorita eran los ratones. Pero había en una casa cercana un gato más grande que siempre le ganaba en pillar ratones y se los comía todos. Un día, Miky ya cansado de quedarse sin su comida favorita, pensó en una broma para poder ganar él. Fue donde el gato vecino y le dijo que había encontrado sobre un árbol una caja llena de ratones, y que se los quería regalar. Este gato dio las gracias y fue corriendo a buscarlos. Cuando subió al árbol no encontró nada, al contrario, había solo una red donde quedaron sus patas pilladas. Miky se reía mucho escondido tras la ventana de su casa. Cuando vio al gato atrapado salió corriendo a buscar los ratones. La sorpresa fue que de repente se encontró con un gran perro, que lo persiguió. El salió corriendo y sin darse cuenta se subió al mismo árbol, y quedo atrapado en la misma red que había puesto. Ese fue su castigo por mentiroso.

Los dos amigos

H

abía una vez un gato llamado Ron Ron. Era muy travieso y le gustaba hacer travesuras. Un día se encontró con un amigo, el perro Terry- amigo vamos a jugar.- bueno dijo el perro,- pero ¿con que?- ya se dejo el gato, sígueme. Se fueron los dos corriendo y encontraron un canasto que estaba bajo un árbol. El canasto tenía madejas de lana. Las sacaron y jugaron con ellas. Cuando llego la dueña los encontró a los dos enredados en la lana. Ambos fueron castigados por la maldad hecha. Ahora solo juegan con una pelota.

El caballo Lorenzo

E

l caballo Lorenzo se encontraba muy triste y solo en el establo, donde lo tenían encerrado. Un día, la puerta se quedo abierta cuando le dieron comida. Miro hacia todos lados y salió. Allí se encontró un lindo campo, lleno de flores y arboles. También había un pajarito que con su canto lo alegro mucho. Se hicieron amigos y cada vez que podía iba a la ventana del establo para acompañar a Lorenzo.